"Jane Eyre" (1944), de Robert Stevenson
Reviso esta película, ahora después de muchos años, y me sorprende lo diferente que me parece, tantos detalles que se me habían escapado y que ahora se hacen muy evidentes. He visto muchas versiones, adaptaciones de la novela de Charlotte Brönte, y como actriz interpretando a Jane Eyre me quedo siempre con Charlotte Gainsbourg que en su día eligió Franco Zefirelli para su Jane Eyre, su Rochester interpretado por William Hurt sin embargo me pareció un miscasting total. Por otra parte, el Rochester interpretado por Orson Welles en esta adaptación dirigida por Robert Stevenson, siempre se me había quedado grabada. Me pareció en su día, y me parece aún ahora, tan reciente, el mejor Rochester, el más cercano a la novela.
Mientras veía “Jane Eyre” (aquí titulada “Alma Rebelde”) me preguntaba hasta que punto Robert Stevenson fue un alumno/admirador aventajado del gran Orson Welles, porque por doquier se pueden reconocer las huellas del gran Welles que a mi me hicieron volver una y otra vez en el recuerdo a los Amberson o a Ciudadano Kane. Sin embargo, me inclino más a pensar que fue el mismo Orson Welles quien contribuyó a crear la atmósfera opresiva de Thornfield Hall tan parecida a la de la casa de los Amberson, y también que fue Orson Welles el creador de ciertos ángulos de cámara, fascinantes y reconocibles como una de sus marcas más personales.
Investigo un poco sobre el tema y me entero que cuando el Mercury Theater ofrecía sus emisiones de radio, llegaron a radiar Jane Eyre, una adaptación de John Houseman y de Orson Welles, así que cuando llegaron a esta producción de la Fox, ya conocían el tema de sobra y ya debían saber que estructura debía tener el guión. John Houseman (también Aldoux Huxley) fue un guionista sin acreditar en esta “Jane Eyre” de Stevenson, sin embargo tenemos a más colaboradores de las emisiones del Mercury Theater: Agnes Morehead, Erskine Sanford, Bernard Herrman..., es más evidente entonces que la huella de Orson Welles está impresa con fuerza en esta Jane Eyre. Es cierto que es una adaptación también al estilo Hollywood, no muy fiel a la novela de Charlotte Bronte (excepto por la voz en off recitando ciertos pasajes de la novela), los diálogos suenan un tanto grandilocuentes, que a mi parece también es una marca muy wellesiana, y hay ciertos cambios en la estructura de la novela; parece ser que la Fox quería continuar el éxito emprendido con “Rebecca”, misma actriz y mismo director de fotografía, George Barnes, que consigue crear en esta “Jane Eyre” una película hermosísima visualmente.
“Jane Eyre” parece a simple vista una adaptación más de las muchas que se hicieron sobre la novela de Charlotte Brönte, pero es una película fascinante porque a pesar de las licencias y ciertas libertades que se puede tomar, refleja a la perfección el espíritu de la novela. Una película hermosa y llena de significados ocultos donde la atmósfera turbulenta y opresiva es la marca esencial de esta película única.