viernes, mayo 29, 2009

Mi Top-5 de Mayo

1. Jacques Rozier:
Desde sus cortos "Blue Jeans" y "Rentrée des classes" pasando por cada una de sus pelis "Adieu Philipinne", "Du côte d´Orouët", "Los naúfragos de la isla de la Tortuga" y "Maine Ocean". Qué grande Rozier, y que luminosas sus películas.



2. "Mon oncle Antoine" (1971, Claude Jutra)



3. "A Zona" (2008, Sandro Aguilar)


4. "No man of her own" (1950, Mitchell Leisen)



5. "Gimme Shelter" (1970, Albert y David Maysles, Charlotte Zwerin)





Mención Especial: "Los corceles de fuego" (1964, Sergei Parajanov)





sábado, mayo 23, 2009

Jacques Tourneur: Desfragmentación del Miedo





“The real horror is to show that we all live unconsciously in fear. Many people suffer today from a fear that they don´t begin to analyze in which is constant. When the audience is in the dark and recognizes its own insecurity in that of the characters of the film, then you can show unbelievable situations and be sure that the audience will follow. For another thing, people love to be afraid. It´s strange, when we`re children, we say to our nurse or to our parents, -Frighten us-, and we love that. These fears stay in us all of our life: we`re afraid of thunder, we`re afraid of darkness, of the unknown, of death. The horror film, if it`s well done, awakens in the mind of the audience this fear that it didn`t know it had in it, and this discovery makes it shiver”.

“Nothing is more fantastic than the human brain. Fear, horror, terror are in us. Rightly or wrongly, we all carry in us a feeling of guilt. Cruelty flows in our blood, even if we have learned to master it…. Now, a good horror film is one that best awakens our old dormant instintcs”


(Jacques Tourneur, Extractos de "The Cinema of Nightfall, Jacques Tourneur", de Chris Fujiwara)



"I walked with a zombie"









"Cat People"




"The Leopard Man"





"Night of the Demon"





jueves, mayo 21, 2009

"Model Shop" (1969), de Jacques Demy


Un día en la vida de alguien es lo que viene a narrar "Model Shop", una película que me ha sorprendido y fascinado como ninguna otra de Jacques Demy. Aparentemente no ocurre nada, o no ocurre nada trascendente porque media película se la pasa el protagonista siguiendo a una mujer, ya sea caminando o conduciendo tras ella.

George Matthews (Gary Lockwood) es un arquitecto desencantado que parece llevar una vida insustancial y aburrida. Lleva en paro un año, vive con una novia aspirante a actriz que nada más empezar la película empieza a echarle en cara una serie de cuestiones, como por ejemplo su hastío y su falta de compromiso. Parece que nada le afecta, ni la actitud de la rubia aspirante a actriz, ni que vengan a embargarle su deportivo porque no ha podido pagar sus ultimas facturas ni el hecho de que estén a punto de enviarle a Vietnam. Ve por primera vez al personaje de Anouk Aimée en un aparcamiento y sintiéndose extrañamente fascinado por el misterio sofisticado que parece emanar de esta mujer, la sigue por media ciudad, primero en coche, luego caminando. No sabe nada de ella pero cuando por fin ocurre el deseado encuentro, casi pasada la media hora después de comenzada la película, la fascinación por esta mujer no decrece, sino que todo lo contrario, aumenta.

El personaje que interpreta aquí Anouk Aimée es Lola, personaje que ya había sido llevada a la pantalla en 1961 por Demy en su ópera prima, y personaje que a vez es mencionado en "Los paraguas de Cherburgo" , con personajes conectados, así que estas tres películas establecen una especie de trilogía. "Model Shop" transcurre unos cuantos años después con Lola en Estados Unidos atrapada en Los Angeles intentando reunir dinero para volver a Francia, y sin terminar nunca de ahorrar el suficiente para el billete de avión.

El aparente tono superficial de "Model Shop" es engañoso porque aunque veamos a sus personajes deambular de aquí para allá sin un destino concreto o sin un argumento concreto, estos detalles que muchos han criticado, es también lo que más me atrae de esta película, porque lo superficial poco a poco se va transfigurando en algo diferente: personajes que están confundidos, que tienen miedo y que han perdido lo que es la esperanza. Un día en la vida de alguien que en muchos momentos parece un sueño, un abandono de su vida rutinaria para transportarse a una especie de vida paralela justo en el momento en que Matthews conoce a Lola. Se siente tan fascinado por la misteriosa francesa como por el descubrimiento de si mismo en estas 24 horas de su vida. La escena en la que Matthews entra por primera vez en la tienda donde trabaja Lola, recorre sus pasillos laberínticos y la espera con una cámara en la mano, es uno de los momentos mas atractivos de "Model Shop".

Uno de los detalles mas atractivos de esta pelicula de Demy es su mirada sobre el paisaje americano, la forma en que filma el desierto, las calles y avenidas son las que filmaria un turista "accidental" en su recorrido por America, su mirada tan europea sobre la America de los 60, algo etérea y algo onirica tambien.







domingo, mayo 10, 2009

"Angel's Egg" (1985), de Mamoru Oshii


En una ciudad de tono apocalíptico, desierta y siempre en la oscuridad, una niña y un guerrero se encuentran. La ciudad está totalmente vacía excepto por una serie de sombras que van a la caza de algo (harponeros a la caza de peces gigantes). La niña y el guerrero que acaban de conocerse llevan una carga: la niña custodia un huevo, del que no se desprende en ningún momento para protegerlo, y el guerrero carga con un arma que parece una cruz. La niña que hasta ahora ha vivido sola entre las sombras, al principio teme al guerrero porque le ve como un amenaza para su huevo, cree que él quiere apoderarse de su tesoro y destruirlo porque ella tiene la creencia de que dentro del huevo hay un pájaro durmiendo a la espera de renacer.

Una de las primeras películas de Mamoru Oshii, "Angel´s Egg" resulta una experiencia visual de lo más fascinante. Apenas pasa nada durante toda la película; el argumento consiste en seguir a estos dos personajes mientras deambulan por esta ciudad de aire atemporal, que a veces parece una ciudad del futuro, otras parece una ciudad medieval; el diálogo es mínimo pero la atmósfera es sin embargo lo más interesante de esta obra de arte de Oshii. Lo mínimo del argumento está sin embargo enriquecido por detalles de simbolismo religioso y quizás por ahí vayan las intenciones de Mamoru Oshii en lo que se refiere al gran tema central de la película: la pérdida de la fe. Sin embargo, más que resolver el puzzle que puede suponer la interpretación de está hermosísima película, el placer consiste realmente en disfrutar de la imagineria que nos despliega Oshii y que convierten esta película en una pequeña obra de arte.