domingo, abril 25, 2010

"Christmas Holiday" (1944), de Robert Siodmak




No hay ningún otro director que ejemplifique tan rigurosamente y tan bien la esencia de lo que es el cine negro como Robert Siodmak. Mi noir favorito, “The Phantom Lady”, es una película que me sigue fascinando después de haberla visto no sé cuantas veces y cada relectura es una experiencia nueva y maravillosa. Hablando hace poco con un amigo sobre Siodmak me contó que su noir favorito era precisamente “Christmas Holiday”, le conté que la tenia algo olvidada y me pidió que volviera echarle un vistazo a esta película sobre un psicópata y una cantante de night-club. Resultó un visionado no solo sorprendente sino que me confirmó el hecho de Siodmak era un maestro a la hora de manejar la estructura de una película. Creo que fue el primer noir que realizó ya en Estados Unidos y el riesgo que contiene la narración de esta película es una experiencia realmente arrolladora.

“Christmas Holiday” comienza el día de nochebuena cuando el teniente Charlie Mason que vuela camino a casa para encontrarse con su prometida, ve interrumpido el vuelo no solo por una tormenta sino por un telegrama de su prometida donde le comunica que se casa con otro. Hundido y deprimido en pleno Nueva Orleans, aquella tarde conoce en el hotel a un periodista que le pide que le acompañe a ahogar sus penas a un night-club regentado por una amiga suya. Desde el comienzo la atmosfera de esta película es melancólica y muy triste, y la entrada en el night-club no hace mas que acentuar esta melancolía que es el puro reflejo de cómo se siente Mason. La llegada al local es una de las escenas mas impactantes de la película y quizás de la filmografía de Siodmak: la cámara se pasea entre las parejas bailando, se desliza y va poniendo en situación al espectador que pocos segundos después conoce a Jackie Lamont, la cantante, y protagonista, interpretada por Deanna Durbin y está magnifica en mi opinión. Una puesta en escena fascinante porque después del recorrido musical, la cámara de Siodmak capta detalles maravillosos y sugerentes sobre la vida que ha tenido que llevar Jackie agradando a los clientes.

Tambien es sorprendente y chocante la próxima escena de la película que transcurre en una iglesia. Es nochebuena y Jackie la va a pasar en una iglesia asistiendo a la misa del gallo, primer momento inquietante para el teniente deprimido que no se imagina a la aparente frívola cantante de night-club en misa, y como no tiene nada mejor que hacer, la acompaña. Me chocó esta escena magnfica donde Siodmak es capaz de crear una atmosfera casi documental, filmando la misa tomándose todo el tiempo del mundo, y de pronto la protagonista ante el repetido “Mea culpa” del sacerdote, recuerda el pasado, se hunde y comienza a llorar copiosamente ,y ahí justamente Siodmak encadena el primer flash-back de la película.

La película tiene una estructura extraña y rompedora; en estos flash-backs Jackie le cuenta al teniente su turbador pasado con su marido ahora en la cárcel. No son unos flash-backs lineales ni seguidos en el tiempo, pero no resultan nada confusos, todo lo contrario, resultan sorprendentes porque casi no fui capaz de notar el sutil cambio de situación por esas elipsis tan fluidas y sincronizadas. Es en estos flash-backs donde conocemos a Robert Manette, interpretado por Gene Kelly, el marido de Jackie y el autentico protagonista de la película, turbador personaje que bajo una capa de aparente encanto esconde una doble personalidad peligrosa. Es sorprendente también la elección de Gene Kelly para este personaje que a mi me parece que está muy bien interpretado, precisamente porque choca no ver a este actor interpretando a este tipo de personajes y su personaje es especialmente inquietante precisamente por este hecho.

“Christmas Holiday” es una película atmosférica, oscura y uno de los noirs mas tristes y desesperanzadores que he visto, pero es también una de las menos frías de Siodmak, tiene un tono visceral que me llamó la atención sobre todo por el personaje de Deanna Durbin, una mujer nada común ni siquiera en el cine negro. No llega a ser una femme fatale pero tampoco es la esposa prototípica, pero quizás en eso reside la fuerza de las películas de Siodmak: consigue desorientar al espectador porque sus personajes desde luego no son unidimensionales ni lineales. Es como si en sus películas estuviera continuamente criticando las formas establecidas y el ejemplo está precisamente en la cantidad de escenas fascinantes y chocantes que contiene esta película maravillosa y tan olvidada.