miércoles, abril 29, 2009

Mi Top-5 de Abril

1. "Imitation of Life" (1934, John M. Stahl)





2. "Elvira Madigan" (1967, Bo Widerberg)




3. "Ornamental Hairpin" (1941, Hiroshi Shimizu)




4. "Baby, the rain must fall" (1965, Robert Mulligan)




5. "La carcoma" (1971, Ingmar Bergman)




Mención especial: "The Mahabharata", TV (1989, Peter Brook)






domingo, abril 26, 2009

"Moontide" (1942), de Archie Mayo



En esta primera y para mi esplendorosa incursión en el cine americano del francés Jean Gabin, interpreta a Bobo, una especie de vagabundo/marinero de espíritu libre que llega a un pequeño pueblo pesquero americano en compañía de su fiel amigo, Tiny (Thomas Michell), su sombra y su conciencia. Bobo, que tras sus borracheras sufre pérdidas de conocimiento o memoria, despierta tras la última borrachera usando el gorro de un hombre que ha sido asesinado aquella noche. Creyendo haber cometido él mismo el crimen, se prepara para abandonar el pueblo en compañía de Tiny, cuando por casualidad salva a Anna (Ida Lupino) de un intento de suicidio. Ese encuentro con Anna detiene su huida y es a raíz de ahí cuando Bobo entra en conflicto con Tiny.

En nuestro afán por etiquetarlo todo y sobre todo en etiquetar el cine, se ha etiquetado a "Moontide" como un noir y puede que sí lo sea, pero también es cierto que escapa a ciertas reglas del cine negro lo que la convierten en un noir atípico y original y muy atractivo al mismo tiempo. La trama del asesinato se diluye en ciertos momentos para dar más importancia a las relaciones entre los personajes, se detiene en explorar los demonios interiores de éstos, la mayoría outsiders que llegan a aquel pequeño rincón costero huyendo de su miedos y paranoias y es quizás esto lo que a mi más me fascina de esta película. El asesinato de Pop Kelly es como un mcguffin, una excusa para que esta película se atreva además a tocar temas que a mi me parecen muy arriesgados para aquella época y que no sé como consiguieron escapar a la censura: la escena del intento de suicidio de Anna (penado por la Ley), la escena de tono sadista en las duchas donde el personaje de Thomas Mitchell provoca a otro personaje interpretado por Claude Rains, los diálogos entre los dos amigos Tiny y Bobo, donde es más que evidente la atracción que siente el primero por el segundo, y los celos compulsivos que le son provocados a Tiny por la aparición de una mujer en la vida de Bobo. En fin, escenas y diálogos que plantean cuestiones espinosas pero a la vez frescas y atrevidas en una película de ambientes tan oscuros y trágicos por momentos. Visualmente sí que es una peli muy noir, muy atmosférica, y a veces adquiere un tono muy onírico gracias a las imágenes tan estilizadas a pesar de lo mínimo de la escenografía, muy expresionista en muchos momentos. Personajes que aparecen y desparecen en medio de la niebla, diálogos con doble sentido pero incisivos y brillantes y secuencias que por momentos parecen un sueño irreal dentro de la linea general de la pelicula, todo esto hacen de “Moontide” una película singular para la época.

Esta película empezó a ser dirigida por Fritz Lang que fue despedido a las dos semanas debido a sus conflictos con Jean Gabin (conflictos ocasionados por Marlene Dietrich, ex pareja de Lang que en aquella época estaba relacionada con Gabin). No sé exactamente si el conjunto final de esta peli es obra de Archie Mayo o le debe mucho a Lang, pero el caso es que el resultado a mi me parece prodigioso en muchos sentidos: puede que no sea una película perfecta pero si que tiene algo que la convierten en algo inusual y diferente. Gabin y Lupino están espléndidos (como me gustan ambos), algunas escenas son realmente originales como la de la borrachera de Bobo que tiene un tono surrealista de lo mas atractivo y que creo que fue diseñada por el mismo Salvador Dalí, y sobre todo, los diálogos resultan de lo mas naturales y frescos, un guión de John O´Hara que a mi me parece magnifico. Puede que no sea un noir típico, que sea demasiado sereno sin apenas escenas de acción, que en otros momentos tenga un tono expresionista demasiado áspero y que en otros sea demasiado naturalista para ser considerado un dramón, pero es una película diferente y fascinante y que he podido descubrir hace poco con enorme placer.














viernes, abril 17, 2009

Mon oncle Antoine







In case things go poorly and I not return
Remember the good things I've done

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sábado, abril 11, 2009

"Celia" (1988), de Ann Turner



Había oído hablar de esta película pero nada me había preparado para una experiencia tan gratificante. No es sólo una película para disfrutar durante su visionado, sino que perdura en la memoria quizás porque he reconocido en ella sensaciones de la infancia, recuerdos y emociones algunas ya olvidadas, algo muy parecido a lo que me ocurre con otras películas, por ejemplo con "El Río" de Renoir"..., pero que grande es esto del cine cuando consigue aunarlo todo y llevar al espectador a reconocerse e identificarse con lo que sucede en la pantalla dejándote el poso de sus imágenes en la memoria ya para siempre.

"Celia" es una película sobre la infancia, sobre los miedos y la imaginación infantil cuando tienen que ser confrontados con la realidad más cotidiana. Celia es una niña inquieta, rebelde e inteligente con una imaginación exacerbada probablemente alimentada por la gran figura femenina de su vida que es su abuela, y que cuando empieza la película, acaba de fallecer. Vive con sus padres, y a través de sus ojos contemplamos de una especial manera la paranoia anticomunista porque sus padres son fervientes anticomunistas. Cuando empieza la película, Celia está a punto de cumplir nueve años, su abuela acaba de fallecer, una plaga de conejos amenaza los campos y al mismo tiempo una nueva familia se muda a la casa vecina, una familia que parece el sueño de todo niño, con una madre luminosa y con unos niños que no parecen saber lo que es la represión. Todos estos detalles son los cimientos que producen la nueva aventura en la vida de Celia, su imaginación florece viendo monstruos que nadie más ve por la noche, reconociendo actitudes en los mayores que hasta ahora no había reconocido y confrontándolos con la realidad.

El retrato de la infancia que hace Ann Turner en esta su opera prima es especialmente atractivo porque en ningún momento es un retrato sentimental sino directo y a veces cruel y brutal sobre la visión del mundo que tiene esta niña, los ambiguos códigos morales de los adultos son puestos en cuestión continuamente por medio de su relación con el entorno. Algunos la han clasificado dentro del género del terror, pero no estoy de acuerdo..., para mi es más bien un cuento sobre la infancia: provocador, inquietante y emocionante en muchas escenas maravillosas sobre todo las relacionadas entre Celia y su padre.

Como he dicho antes, esta película es una experiencia para disfrutar porque para algunos permanecerá en la memoria mucho después de vista.