- Hay un cierto antagonismo entre usted y la critica alemana. ¿Por qué piensa usted que sus peliculas nunca fueron bien recibidas en su pais, todo lo contrario por ejemplo, de Inglaterra, Francia o America?
Werner Herzog: O de Argel, Moscú o Argentina. Y no solo estamos hablando de los criticos, sino tambien de los espectadores. Alemania no es un pais de gente que vaya al cine. Siempre ha sido un pais de televidentes. Los alemanes, por ejemplo, nunca han adorado a sus poetas, o por lo menos, no en vida. Es una vieja tradicion que viene de siglos atrás. Hay una cierta posibilidad, años despues de que hayas muerto, de poder ser aceptado; puede que este sea el destino de mi obra. Comparelo por ejemplo, a un pais como Irlanda. Recuerdo que una noche me quedé en una posada. La propietaria me preguntó a que me dedicaba y no sé porque pero le respondi que era poeta. Me abrió la puerta de par en par y me ofreció la habitacion por la mitad de precio. En mi pais me habrian echado de nuevo a la calle (...). En la epoca del estreno de Aguirre recuerdo que estaba en una conferencia de prensa en Cannes y comencé a hablar del renacimiento del cine aleman. Se escucharon unas risas desde el otro lado de la sala. Eran los alemanes. (...) Consegui muy malas criticas con películas como Aguirre, Fitzcarraldo y Kaspar Hauser. Es algo muy raro, que solo con mis películas mas recientes (My best Friend), los críticos y la audiencia se hayan mostrado tan positivos. Me sorprendió mucho. Puede que sea porque ya no vivo en Alemania y soy considerado como un extranjero.
- Usted afirma que nunca sueña, y hasta ahora nuestras conversaciones han estado repletas de partes en las que se refiere a "sueños y paisajes". ¿Puede ser quizás que sus películas sean una especie de sustituto de esa aparente falta de sueños?
WH: Cada mañana cuando me despierto, siempre siento este déficit, esta falta de algo: "¡Otra vez! ¿Por qué no he soñado?". Me siento como la gente que no come o no duerme lo suficiente, que siempre están cansados o hambrientos, y puede que esta sea una de las razones por las cuales hago películas. Puede ser que quiera crear imágenes para la pantalla que están ausentes de mi cabeza por la noche. La verdad es que constantemente estoy soñado despierto.
Creo sinceramente que las imágenes de mis películas son las vuestras también. Pienso que esta puede ser una de las razones por las cuales la gente en diferentes partes del mundo conecta con mis películas. La única diferencia entre ellos y yo, es que yo soy capaz de articular con una cierta claridad imágenes hasta ahora soñadas, nuestros sueños colectivos.
- En un documental sobre usted "I am my films" de 1979, usted decía: "Podría haber hecho mis películas anónimamente y la gente que viera estas películas todavía reconocería que eran mías". ¿Qué quería decir con esto?
WH: Bueno, de eso hace algo mas de veinte años y ahora todo eso me suena un poco demasiado serio. Sin embargo sí que hay una parte de verdad en ello y me reafirmo, aunque lo haría con algo mas de cautela que en aquella época. La respuesta básica a su pregunta es que los personajes de mis películas, especialmente los que corresponden a la no ficción, no son para mi unos meros personajes: son una parte vital e importante de mi vida. Se puede decir que como mas he progresado como cineasta, es cuanto mas me he dado cuenta que he filmado la vida real, mi vida. No me siento y escribo un guión acerca de algo que me interese para a continuación observar objetivamente lo que he escrito, como si me hubiera liberado completamente de ello. En vez de ello, estos dos procesos, fascinarme por algo y luego procesarlo en una película, son algo simultaneo y están directamente relacionados. Es verdad que hay películas que no me importan tanto como otras pero las quiero a todas, con la excepción de las dos primeras. Las quiero como quiero a mis hijos. Los hijos no son perfectos, puede que uno pueda tener una cojera, otro tartamudear, pero todos tienen sus defectos y sus virtudes. Sin embargo lo que importa es que están vivos. No importa que cada película tenga sus propios defectos porque aunque he hecho muchas películas, todas están presentes en mi todo el tiempo. En esto soy un poco como estos nativos de las tribus africanas que no saben contar hasta diez y sin embargo con solo echar un vistazo a sus rebaños de 600 cabezas de ganado se dan cuenta enseguida si falta alguno. O aquella madre que en cuanto entra en el compartimento de un tren, sabe enseguida si falta alguno de sus hijos. Al igual que esa madre, sé cuando alguno de estos hijos se ha perdido y cual de ellos ha emprendido su propio camino.
No soy como otros cineastas que en cuanto han terminado uno de sus proyectos, enseguida están dispuestos buscando un nuevo guión que rodar o para comprar los derechos del ultimo bestseller. Para mi siempre ha sido solo cuestión de una cosa: encontrar un nuevo lenguaje de imágenes y expresar este deseo a través de las películas que he hecho. Espero que las películas puedan demostrar mucho mas que cualquier cosa que le esté contando a usted sentados aquí. Soy como una extraña criatura moviéndome por el mundo dejando huellas en la arena a mi paso. Las huellas son mi vida. Cuando era niño, nunca me pregunté a mi mismo "¿Qué debo hacer con mi vida?". Nunca me ocurrió que tuviera una elección que hacer. Es verdad que podemos estar aquí sentados y hablar acerca de cómo y cuando se hicieron algunas de mis películas, pero quizás lleve a conclusiones erróneas que usted se centre en mi, porque lo único que de verdad cuenta es lo que usted verá en la pantalla.
-¿Se considera a si mismo un cineasta independiente?
WH: ¿Qué significa exactamente ser independiente? ¿Independiente de que? No existe el cine independiente con la clara excepción, claro esta, de los videos domésticos para el álbum de la familia. (...) Siempre he creído que la verdadera independencia es un estado mental, nada mas que eso. Soy una persona independiente, autosuficiente. Eso me describe mejor que otra cosa.
- ¿En general, le ha sido fácil encontrar dinero para sus películas?
WH: Durante toda mi vida he estado luchando para buscar dinero. Sin embargo, el dinero no es en verdad tan importante. Si usted quiere hacer una película, vaya y hágala. No puedo decirle el numero de veces que que he empezado a rodar una película sabiendo que no tenia dinero para terminarla. La financiación de una película solo puede llegar a buen puerto cuando un fuego va prendiendo en otro fuego. Esto es lo que ocurre cuando haces películas. Es una atmosfera que tienes que crear y sin este clima o atmosfera, nada va a ocurrir. No estoy por la llamada cultura de la queja. Todos en cualquier parte del mundo, da igual donde los conozca, todos se quejan acerca de la estupidez del dinero. Parece que sea lo único importante a la hora de hacer cine, la única cultura existente. El dinero tiene solo dos cualidades: es estupido y es cobarde. Hacer películas no es fácil. Tienes que ser capaz de hacer frente a todo lo negativo que te rodea y todos intentan prevenirte de hacer cine. El mundo no está hecho para hacer cine. Tienes que saber que cada vez que haces una película, tienes que estar preparado para luchar incluso contra el mismísimo diablo. ¡Pero sigue adelante, maldición! Crea algo que sea tan fuerte que desarolle su propia vida.
El mejor ejemplo para esto que le estoy diciendo me ocurrió hace unos años. Yo quería publicar mis guiones y textos, y como por esa época tenia una cierta reputación internacional, me puse en contacto con el Suhrkamp Verlag para ver si estaban interesados en publicar mis textos. Cuando me rechazaron, enseguida me di cuenta que no había mas tiempo que perder mandando mas cartas a otras editoriales haciéndoles la misma pregunta una y otra vez. Así que fundé mi propia editorial, Skellig, y publiqué Heart of Glass y dos volúmenes de guiones que incluian Aguirre, Fata Morgana, Signs of life y El enigma de Kaspar Hauser. Imprimí varias miles copias de cada titulo, y cada vez que era invitado a algún lugar para hablar de mis películas, cargaba los textos en una caja y los vendía a la audiencia. Me habían costado unos 4 marcos y los vendía a 5 marcos por copia, de modo que me conseguía unas pequeñas ganancias. Si una editorial de prestigio hubiera editado el libro y lo hubiera vendido en una tienda, le habría sacado ocho veces mas de lo que me había costado, sin embargo no me interesaban este tipo de beneficios. No necesito esta publicidad y un complejo sistema de distribución, que son al final las cosas que hacen que los libros sean tan caros. Una vez que fue seguro del éxito que tenían estos textos, el Carl Hanser Verlag contactó conmigo para preguntarme si podían seguir editando estos textos. Acepte con la condición de que la portada de los libros debía ser exactamente igual que las editadas por Skellig, con rótulos anaranjados sobre fondo negro, sin fotografías, exceptuando la contraportada.
-¿Sus filmes le han dado dinero?
WH: No es un pregunta a la cual pueda contestar fácilmente. Usted sabe que yo nunca he funcionado de la manera en que lo hacen los productores de toda la vida. En Alemania durante diez años trabajé en un gran vacío, con muy poca ayuda tanto financiera como de la critica. Cuando por ejemplo se estrenó Aguirre en Alemania en el cine, el mismo día fue estrenada en televisión, y fue mal recibida, así que la cuestión de la supervivencia alcanzó su punto álgido. ¿Cómo podía sobrevivir a este desastre? ¿Y además, como podía continuar trabajando? Estas son preguntas que llevo conmigo hasta hoy, incluso después de cuarenta años haciendo cine. Pero siempre tuve fe y lo mas importante, perseverancia. Las cosas no ocurren de la noche a la mañana y los cineastas tienen que estar preparados para años de duro trabajo. Pero incluso habiendo invertido todo lo que tengo en mis películas durante años, vivo como un hombre rico. Mis películas me han demostrado que puedo hacer las cosas tal y como las quiero hacer, y eso no tiene precio; hay muy poca gente que pueda presumir de ello. Esto tiene mucho mas valor para mi que cualquier dinero que pueda ganar. He hecho películas, otros han comprado casas. El dinero desparece, el cine perdura. Hoy en día por ejemplo, puedo ganar dinero con las películas que hice hace treinta años editándolas en dvd, pasándolas por televisión o en retrospectivas. Aprendí muy joven que la llave de este negocio esta en la autosuficiencia convirtiéndote en tu propio productor.
Lo que me hace considerarme un hombre rico es ser bienvenido en casi cualquier parte del mundo. Puedo mostrar mis películas y se me da hospitalidad, algo que no puedes conseguir con el dinero a secas. Usted mismo pudo comprobarlo en el almuerzo de ayer cuando ese hombre se nos acercó, insistiendo en invitarnos a la comida "Gracias por Woyzeck", fue lo que dijo. Durante años he luchado muy duro para conseguir una libertad real y la verdad es que me siento mucho mas privilegiado que cualquier jefazo de cualquier productora poderosa. De hecho, considero que en mi profesion es muy dificil que usted encuentre a alguien tan libre como yo.
(...)
No es el dinero lo que hace arrastrarse barcos sobre montañas, es la fe. Y no es el dinero el que hace las películas, es esto (levanta las manos). Solo tienes que amontonar un poco de dinero y hacer parecer que es mucho. Hay un refran aleman que dice : "El diablo se caga siempre sobre el monton mas grande". Asi que amontona un poco de dinero, que ya se encargará el diablo de cagarse encima.
(Extractos de "Herzog on Herzog", Conversaciones con Werner Herzog, de Paul Cronin. 2002)