lunes, noviembre 13, 2006

Mi vecino Totoro (1988), de Hayao Miyazaki



Ya he comentado alguna vez que soy una completa novata en esto del cine de animacion, pero a raiz de ver Chihiro, senti una enorme curiosidad y deseos por ver mas cosas de Miyazaki. Es quizas una de mis manias mas compusilvas: en cuanto veo por primera vez la obra de un director que no conocia hasta ahora y que me impacta de alguna forma, me pongo un poco paranoica y hasta que no consigo ver mas cosas, no paro; asi que no despues de Chihiro no paré hasta conseguir "Mi vecino Totoro" y tengo que decir que la espera y la busqueda merecieron la pena como pocas veces.

Desde el principio me senti atrapada por este cuento que nos relata como las dos hermanas, Satsuki y Mei, de nueve y cinco años, nada mas empezar la historia, se estan mudando a una nueva casa en el campo, junto a su padre. Comienzo mas o menos identico al de Chihiro, porque representa la epoca de transicion en la vida de un niño que se tiene que enfrentar a uno de los terrores de su infancia: el cambio de casa y de colegio. Nada mas llegar a la vieja casa de campo, ocurren una serie de hechos que hacen creer a las niñas que la casa esta habitada por fantasmas. Precioso comienzo porque vemos a las dos niñas descubriendo un mundo nuevo, conociendo su entorno, y nosotros como espectadores ya nos hemos podido hacer una idea exacta de cómo son estas niñas, y al mismo tiempo nos hemos hecho un retrato de su padre, y de la ausencia de una madre en esta casa. Un dia la pequeña Mei se escapa y se adentra en el bosque y conoce a Totoro...


Quizas una de las cosas que mas me impactaron de Chihiro, y ahora de Totoro, es la descripcion de personajes, la maravillosa facilidad que tiene Miyazaki para describirnos los niños que fuimos (y que seguimos siendo), y el modo en que nos zambulle en un mundo de fantasia tan rico, pero al mismo tiempo haciendonos conscientes de lo duro que es para un niño a veces enfrentarse a la realidad y al sufrimiento. Por este motivo, este cuento, ademas de cálido y magico, es por momentos muy melancolico, triste y duro. La pelicula está llena de ingenuidad y calidez , pero tambien de una notable complejidad sobre todo por el enfrentamiento de los niños con el mundo de los adultos y con su realidad. La madre de las niñas se encuentra en el hospital aquejada de una enfermedad, y aunque no se especifica su gravedad, es mas que evidente que las niñas se han tenido que enfrentar a este hecho de una forma que les resulta traumatica.

Muchos detalles han conseguido transportarme a mi propia infancia y a mis miedos y eso es lo que me ha cautivado de esta pelicula del mismo modo que me atrapó Chihiro; me senti perfectamente identificada con estas niñas, con sus miedos infantiles, con la imaginacion que despliegan. Especialmente impactante me pareció la forma en que las dos niñas se enfrentan quizas a lo que es su miedo mayor, y es el panico a la perdida de los padres, de la madre en este caso. Maravillosa la escena en la que Katsuki recibe el telegrama proveniente del hospital..., el terror que siente, la forma en que empieza a correr buscando un telefono para hablar con su padre, como se sienta luego junto al telefono esperando una respuesta... y la consecuencia de esto que es la desaparicion de su hermana, demasiado sufrimiento y dolor para unas niñas tan pequeñas. Mientras devoraba esta pelicula, fascinada y porque no admitirlo, emocionada, no podia creerme que una pelicula de animacion pudiera conmoverme hasta tal punto, creyendome tanto estos personajes. Los silencios de Miyazaki son tan descriptivos y permiten a los personajes desenvolverse de tal forma que te olvidas que son personajes animados.


Y lo mejor de este mundo de fantasia que es capaz de crear este director, es que, por muy "diferentes" que sean las criaturas que van apareciendo en este mundo tan lleno de imaginacion, todas son tomadas en serio con sorprendente naturalidad, todas son reales y consiguen transportarte a un mundo donde todo es posible y donde todo puede ocurrir... Es fascinante ver escenas como la de las niñas bajo la lluvia, la pequeña conociendo por primera vez a Totoro, la busqueda incansable de la responsable Katsuki de su hermana pequeña, y la enorme madurez de unos personajes que se te quedan grabados ya para siempre..., que dificil es que ocurra esto a estas alturas y habiendo visto tantas pelis.

Solo puedo decir que envidio a estos niños que se enfrentan al mundo magico de Miyazaki por primera vez con peliculas como Totoro, porque debe ser una delicia descubrir a Miyazaki con los ojos de un niño.

Etiquetas:

3 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Me ocurrió lo mismo que a ti. Al ver Chihiro, quedé tan fascinada por ese mundo fantástico tratado, como bien dices, con tanta naturalidad, que después he visto todas las películas de Miyazaki que he podido. Quizá me atren más las de trasfondo medioambiental (me encanta Nausicaa) pero Totoro es una delicia de película, muy, muy recomendable. Para verla libre de todo prejuicio y dispuesto a maravillarte por todo lo que pase ante tus ojos.

Por cierto, uno que yo me sé, tiene casi todas las películas de Miyazaki a su disposición y aún no las ha visto (ejem)

Sire, enhorabuena por tu blog :-)

12:12 p. m.  
Blogger Sire said...

¿¿será el que pienso que es???? como sea asi, le voy a echar una bronca de cuidado:-))))

1:53 p. m.  
Blogger Rober said...

A ver. Es que si me veo todas las pelis de Miyazaki, ¿cómo podría soportar el no tener ninguna más suya pendiente de descubrir??

Mmmm ¿ha colado?? :-P

3:34 p. m.  

Publicar un comentario

<< Home