domingo, agosto 09, 2009

"Las hermanas Brontë" (1979), de Andre Techine



La pasión y la luminosidad siempre presentes en las obras de las hermanas Brontë formaban un tremendo contraste con lo que realmente eran sus vidas diarias y esto es lo que mejor refleja la película de André Techine. La dureza y la sobriedad de sus vidas, monótonas, aburridas y sacrificadas están representadas a través de la fotografía de Bruno Nuytten con colores ocres, frios y tormentosos tan parecidos a la aspereza de la tierra en la que vivian, inspirandose siempre en los pintores románticos. Y además, eso que tanto se le ha criticado a esta película y es que pasa de puntillas por sus obras, que apenas se detiene en sus libros, es totalmente incierto: la película de Techine es precisamente un disfrute porque su guión hace continuamente referencia a sus maravillosos escritos; aparentemente estamos siendo testigos de sus vidas ocultas y discretas, pero con la finura de un diamante engarzado, vamos reconociendo frases y momentos de sus libros, apasionados y salvajes. No me suele entusiasmar André Techine pero esta pequeña joya bien merece que sea más recordada.









My love for Linton is like the foliage in the woods: time will change it, I'm well aware, as winter changes the trees.
My love for Heathcliff resembles the eternal rocks beneath:
a source of little visible delight, but necessary.....". (Wuthering Heights, Emily Brontë)








"Some time in the afternoon I raised my head, and looking round and seeing the western sun gilding the sign of its decline on the wall, I asked, 'What am I to do?' (Jane Eyre, Charlotte Brontë)






"His heart was like a sensitive plant, that opens for a moment in the sunshine, but curls up and shrinks into itself at the slightest touch of the finger, or the lightest breath of wind". ("The tennant of Wildfell Hall", Anne Brontë)






"I lingered round them, under that benign sky: watched the moths fluttering among the heath and harebells, listened to the soft wind breathing through the grass, and wondered how any one could ever imagine unquiet slumbers for the sleepers in that quiet earth". ("Wuthering Heights, Emily Brontë)