Dos pelis del Oeste

Me gustan las pelis del oeste extrañas, que se salgan un poco del encasillamiento prototipico que conforma este genero y las veces que me he encontrado con oestes atipicos ha sido de lo mas satisfactorio para mi. Ultimamente he visto dos que a mi me parecen que forman parte de esta lista de oestes atipicos, "The track of the cat" de William Welllman y "Pursued" de Raoul Walsh. Ambas coinciden en que tienen algunas de las caracteristicas del cine negro, del thriller, y de lo que son las pelis en torno a una familia (familias disfuncionales las llamariamos ahora) y en el caso de la peli de Wellman, muy mucho de experimentacion en muchos sentidos, y tambien coinciden ambas, oh casualidad, en que estan protagonizadas por Robert Mitchum y por Teresa Wright. Vayamos por partes...

"Pursued" (1947), de Raoul Walsh

Jeb Rand (Robert Mitchum) es un personaje atormentado por unos recuerdos de infancia que le persiguen una y otra vez. Adoptado a los cuatro años por Medora Callum (Judith Anderson) tras el asesinato de toda su familia, Jeb crece perfectamente integrado junto a Medora y sus dos hijos, Thorley (Teresa Wright) y Adam. Sin embargo, los traumas de infancia vuelven una vez a traves de sueños y se hacen realidad cuando reaparece el hombre que acabó con su familia, y que durante todos estos años no ha cesado en su busqueda de aquel niño para tambien acabar con él.

A simple vista contiene los hilos argumentales que podrian conformar una pelicula del oeste tipica en torno a la venganza, sin embargo, la forma en que Walsh nos va introduciendo en los maremotos emocionales de esta familia, no es algo demasiado usual en este genero. Robert Mitchum interpreta a un hombre siempre perseguido por un trauma infantil, por una pesadilla que le dejó casi con un unica imagen en su memoria: el recuerdo de unas espuelas que no dejan de atormentarle. A su vez es un personaje fuerte y vulnerable al mismo tiempo, matices a los que Mitchum se amoldaba a la perfeccion, un antiheroe total: atormentado, deprimido y apenas sin raices, pero que nunca cae en la autocompasion y cuyas reacciones sorprenden una y otra vez ante ciertos hechos que se van sucediendo. Una peli que tiene escenas mas de peli de cine negro que de oeste y con una atmosfera que a veces me recordó a "La noche del cazador" de Laughton.

"The track of the cat" (1954) de William Wellman.

Es una peli muy extraña y muy oscura y la verdad es que no sé siquiera si seria del oeste, aunque creo que si porque hay un rancho, jeje.. Volvemos a una familia disfuncional donde la madre (Beulah Bondi) es quien lleva la batuta, dominante y egoista, siempre apoyada por Curd (Robert Mitchum) personaje ambivalente, igual de fuerte, egoista y dominante que su madre, y que a su vez tienen al resto de la familia sometidos a sus decisiones en lo referente al rancho: los dos hermanos sometidos al yugo matriarcal y la hermana (Teresa Wright) prematuramente envejecida ante el ala represora de su madre y hermano.

No sabria contar realmente el hilo argumental de esta peli porque toda ella gira en torno a la obsesion de Curd de atrapar una pantera, una pantera que acecha los bosques cercanos, una pantera de la que se habla continuamente pero que no vemos, solo sus huellas dejadas en la nieve, y una pantera que puede servir como excusa, o como metafora ante ciertos traumas que salen a relucir relacionados con esta familia. Aunque es una peli en color, a veces parece una peli en blanco y negro por lo singular que resulta en este aspecto: un blanco y negro siempre dominado por los paisajes nevados y unas leves notas de colores chillones que van surgiendo relacionado con ciertas prendas que visten sus personajes. Una pelicula muy singular con escenas fascinanes que me recordaron a la Ordet de Dreyer, con una atmosfera muy atractiva e inquietante y con momentos de cargada tension emocional y psicologica de una familia en plena desintegracion.

En fin, una pelicula totalmente recomendable, por lo atractiva que resulta en muchas de las nuevas sendas en las que se introduce Wellman aqui, experimentando con el color y sobre todo, experimentando con el genero.